Ácaros! Dichosa plaga
Según en qué lugar cultivemos las rosas podemos padecer una plaga muy dañina para nuestros rosales: los ácaros. A éstos les agrada los climas calurosos y secos, así que, si tenemos estas condiciones debemos de estar en alerta.
El tratamiento habitual a seguir es el uso de acaricidas, mejor con acción ovicida (que actúe contra los huevos) y tras la lectura de las instrucciones del producto químico. Los insecticidas no hacen nada.
Normalmente funciona pero, la temporada pasada no fue efectivo. Me aparecieron unos ácaros diferentes a lo que estaba acostumbrado. Eran blancos-amarillentos, veloces, ágiles y las telarañas las tejían desde el principio de la colonización de la planta.
Al contrario de lo que solía ver: los bichos son más rojos, lentos, les cuesta tejer y no se mueven con habilidad entre la telaraña.
Rocié las plantas con acaricida y nada de nada. Los bichitos seguían tan panchos arriba y abajo, reproduciéndose y tejiendo. Tras el grito de socorro mis compañeros roseros -claro está, de rosas, no de azafrán :)- me recomendaron el uso de aceite mineral.
Tras leer el prospecto del aceite (suelen llamarse mineral, de verano, parafínico...) lo apliqué pulverizando muy bien todo rincón del rosal como, también, el suelo. Y funcionó, vaya si funcionó. A los días siguientes, ya no había ácaro correteando ni huevo que eclosionara.
Al principio del mensaje comentaba que estos ácaros se encuentran cómodos con el calor y con el ambiente seco. Podemos adoptar como rutina pulverizar con frecuencia nuestras plantas con agua y jabón de potasa, de esta manera, aportamos algo de humedad y, a la vez, ponemos a raya pulgones, ácaros, negrilla, oídio... siendo ecológicos.
También tengo rosales en otra zona climática donde no hay oportunidad de presentarse una plaga de ácaros debido, en gran parte, al dominio de temperaturas frescas y ambiente húmedo.
"El hombre es más duro que el acero, más fuerte que la piedra y más frágil que la rosa". Proverbio turco.
Comentarios
No sé si utilizamos el aceite mineral tanto como sería deseable, ¿verdad?. Siempre recurrimos directamente al acaricida o a Confidor, si son insectos chupadores.
Petonets, feliz estreno bloguero!!!!.
Tienes toda la razón del mundo, en depende que entornos, los ácaros hacen estragos en los rosales. En mi caso, un año me dio por tener rosales en un entorno urbano (balcón) y el desastre fue total.En cambio, en tierra, puede que sufran de su ataque, pero de una manera mucho más suave y menos general y grave.
Si están en macetas, es complicado hidratar bien cuando hace calorón.
Me encantaría que hubiera un acaricida tipo Confidor: sistémico y que se pudiera regar con él. Sería fantástico para mis rosales en maceta, que como bien apuntáis, es complicado su cultivo.
Yo también los tenía en un balcón y la plaga, con sus efectos, es bestial. En cambio, cuando saqué los contenedores del balcón y los bajé en tierra en el jardín, parecen aguantar mucho más: si aparecen los ácaros no son tan agresivos y sí más controlables.
No me he dado cuenta sobre la relación sequedad de raíces/ácaros. Pero afirmo, con la de oídio/raíces secas en las hortensias, otra planta que me encanta. Lo tengo comprobado y en la literatura sobre Hydrangeas siempre lo dicen.
En una rosa Wichuriana (American Pillar) que lleva muchos años plantada y que jamás se riega sí que he notado el oido es especialmente persistente. Habrá que echarle una gota de agua de vez en cuando al pobre.
Saludos!
Os cuento, este año me ha pillado esos hongos el lilo, por Dios! un lilo que tengo junto a las camelias y dónde "vaporizo" muy a menudo.
Quizás no sea tanto la humnedad como unión de humedad y calor, no lo se, no lo puedo decir, pero en las partes mas tupidas de los rosales grandes y viejos es dónde a mi me comienza la plaga, donde el agua de la lluvia de la primavera queda retenida mas tiempo y jsutamente cuando comienza a apretar el calor.
saluditos