Rosas de David Austin: The Prince

The Prince (AUSvelvet,1990), de la familia de los híbridos de rosa antigua, viene a ser un rosal de los que Austin circunscribe dentro de su cultivares rojos. Ya sabemos todos que el rojo de Austin es sumamente variado, comprende tanto colores púrpuras, como el de este rosal, como aquellos magentas.

El origen de The Prince es el cruce de Lilian Austin con The Squire, otro de sus rojos de los setenta que ha sido superado por sus nuevos híbridos. Ello condiciona su porte, ya que en parte lo ha heredado de The Squire, rosal con un hábito de crecimiento bastante mejorable. Es por tanto, un rosa de talla relativamente corta, poco ramificado y preferentemente vertical. Carece, por tanto, del característico arqueo de las ramas de otros rosales de Austin, como los de la familia Musk o Leander.

La flor es un mundo en ella misma. El color, púrpura episcopal cuando es capullo, degrada hacia un rojo purpúreo, siempre manteniendo la textura aterciopelada. Para mi, el estado ideal de la flor es el de la foto que encabeza el texto. Siguiendo con la flor, tiene forma de copa, que recoge unos no demasiado abundantes pétalos que se muestran replegados. Todo ello aliñado con una intensa fragancia a rosa antigua.

Por lo que respecta al tratamiento que debe dispensarse a este arbusto, cabe destacar que las flores son enormes, lo que implica un abonado intenso durante toda la estación de crecimiento si se quiere una repetición aceptable. El color, oscuro, puede ser algo sensible al sol, por tanto, es mejor ubicarlo en una posición muy luminosa, pero sombreada en las horas de mayor irradiación solar. Dícese también que es bastante propenso a males fúngicos, pero en un clima mediterráneo no da demasiados problemas. Es más, David Austin, en su catálogo, la aconseja para climas cálidos.





"El hombre es más duro que el acero, más fuerte que la piedra y más frágil que la rosa".Proverbio turco.