Rododendro, rosas...

No puedo atribuirme mérito alguno con respecto a este maravilloso rododendro, todo ha sido fruto de la casualidad. Cuando os lo explique, comprenderéis a que me refiero.

Este cultivar se llama Harvest Moon, muy raro y difícil de conseguir. No me propuse comprarlo, llegó a mí gracias a una viverista que me conoce bien, y está acostumbrada a que le pida 'cosas fuera de lo común'. Me comentó un día que había recibido una remesa de varios cientos de rododendros, y que sólo uno era en tonos amarillos,...y que me lo había guardado ex-profeso. Me puse muy contenta, ni siquiera era consciente de la belleza del cultivar, sólo el hecho de su color, para mí era suficiente.



Estuvo plantado un par de años en un sitio donde no terminaba de arrancar. Florecía bien, es curioso. Pero el follaje era escaso y no presentaba buen aspecto general. Me deprimía ver su aspecto, y comenté en casa que me daba por vencida con él.



Coincidió que era otoño y preparaba un arriate mixto de rosales, bulbosas y arbustos, cuando, de un fin de semana al siguiente, lo encontré allí plantado. Evidentemente, habían decidido darle una segunda oportunidad.




De esto hace otros dos años, y no ha hecho sino mejorar día a día. Creo que le ha beneficiado algo de su nuevo emplazamiento, quizás el suelo, quizás el verse rodeado de vegetación.

Os lo enseño, porque lo considero un regalo por partida doble: cuando la viverista pensó en mí para reservarlo, y cuando en casa decidieron que podría sobrevivir.

"No hay nada más difícil para un pintor en verdad creativo que pintar una rosa, porque debe olvidar todas las que antes fueron pintadas".
Henri Matisse.