Rosales en invierno (VIII): acolchado (I).
El humus de lombriz, uno de los mejores aportes orgánicos. Fotografía: empresa Flower.
Después de la poda, es un buen momento para realizar la labor de acolchado. Los beneficios de acolchar nuestras rosas son múltiples. Muy brevemente:
-Ayuda a añadir nutrientes al suelo.
-Controla las malas hierbas.
-Conserva la temperatura: en verano, lo conserva más fresco, y, en invierno, protege las raíces superficiales de las heladas.
-Retiene la humedad.
-Ayuda a que enfermedades fúngicas se mantengan bajo control.
También debemos acolchar los rosales en maceta, en el momento en el que preparamos nuestros contenedores para la nueva temporada.
La turba rubia, una enmienda muy utilizada, que ayuda a mejorar los suelos gracias a sus propiedades. Fotografía: empresa Flower.
¿Con qué debemos acolchar?. Si utilizamos la malla antihierbas, es evidente que ya nos sirve de acolchado. La malla supone una gran comodidad, pero tiene la desventaja de no aportar nada al suelo.
Lo ideal es acolchar con materia orgánica: mantillo, estiércol muy bien curado, hojas,..., incluso los restos de la segadora del césped.
En el caso de los rosales en contenedor, el humus de lombriz es la mejor opción.
Al acolchar, añadiremos una capa generosa de la materia que hayamos elegido. Si nuestro clima es propenso a heladas, procuraremos cubrir los puntos de injerto.
"Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil espinas".
Proverbio turco.
-Ayuda a añadir nutrientes al suelo.
-Controla las malas hierbas.
-Conserva la temperatura: en verano, lo conserva más fresco, y, en invierno, protege las raíces superficiales de las heladas.
-Retiene la humedad.
-Ayuda a que enfermedades fúngicas se mantengan bajo control.
También debemos acolchar los rosales en maceta, en el momento en el que preparamos nuestros contenedores para la nueva temporada.
La turba rubia, una enmienda muy utilizada, que ayuda a mejorar los suelos gracias a sus propiedades. Fotografía: empresa Flower.
¿Con qué debemos acolchar?. Si utilizamos la malla antihierbas, es evidente que ya nos sirve de acolchado. La malla supone una gran comodidad, pero tiene la desventaja de no aportar nada al suelo.
Lo ideal es acolchar con materia orgánica: mantillo, estiércol muy bien curado, hojas,..., incluso los restos de la segadora del césped.
En el caso de los rosales en contenedor, el humus de lombriz es la mejor opción.
Al acolchar, añadiremos una capa generosa de la materia que hayamos elegido. Si nuestro clima es propenso a heladas, procuraremos cubrir los puntos de injerto.
"Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil espinas".
Proverbio turco.
Comentarios
No vas a hablar de la corteza de pino?
Saludos!
Lo fundamental es que cada quien acolche sus rosales, da igual lo que se utilice.
Petonets, Josep!!!!.
Me pregunto si al pasar el invierno esparcido (y no demasiada cantidad) y sin tocar las raices ¿hará daño a los rosales?
gracias!!
bicos,