Quatre saisons: un misterio




Quatre Saisons, bifera, R. damascena semperflorens, rosa de Castilla o de Paestum. Todos estos nombres sirven, a priori, para denominar a una única rosa, un hipotético híbrido de R. gallica y R. moschata de orígenes remotos y de gran importancia en la evolución de los cultivares y familias de rosas.




El nombre es muy genérico. Tanto, que comparando fotos y descripciones sobre esta rosa, parece que no siempre se hable de la misma variedad. Seguramente haya más de una rosa circulando bajo esta denominación, todas ellas característicamente damascenas y con capacidad para remontar en mayor o menor medida. Este concreto clon procede de Peter Beales.





El follaje es áspero, con un toque grisáceo. Los tallos los describen algunos autores como fuertes, pero no es el caso de mi ejemplar. La ramificación es, más bien, fina y cuajada de finas espinas. La planta, injertada, tiene un porte más alargado que ancho. Los esquejes que he plantado han arraigado sin problemas. Aunque no lo sé con certeza, es probable que en sus raíces, este rosal tenga una buena aptitud para extenderse libremente por el suelo. Con el tiempo confirmaré este extremo.




Centrémonos en las flores. Los capullos tienen las características crestas damascenas y suelen aparecer en pequeños grupos. Sépalos y tallos constan de pequeñas glándulas de que al tacto desprenden una agradable fragancia balsámica. Las flores no son, en absoluto, perfectas. No tienen ni anillo, ni cuartos ni botón: son un conjunto de pétalos desordenados, sin la belleza formal de la que gozan otras variedades del grupo damasceno o incluso de las damscenas perpetuas.




La fragancia merece una mención especial. La flor no será la más bonita del mundo, pero tiene una nítida y fuerte fragancia a rosas. Diría yo que no me equivoco si afirmo que el olor de rosa damascena es el olor a rosa por antonomasia. Las rosas pueden oler a muchas cosas, pero éstas huelen a rosa. Dicen que son buenas rosas para hacer pot-pourris de pétalos.




En cuanto a la remontancia, dejando el rosal sin eliminar las flores pasadas, difícilmente remontará. Según algunos autores, una poda después de la primera floración estimula la nascencia de nuevas flores, ligadas a la nueva brotación. Tengo que probar esa estrategia esta temporada.






"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.

Comentarios

Mª Carmen Fuentes ha dicho que…
Gracias por la entrada, Josep.
Un saludo.
Cristina ha dicho que…
Gracias, Josep :).

En estas rosas antiguas no es raro que haya algún cultivar del que circulen clones diferentes. No obstante, hay que tener en consideración el factor del crecimiento: a medida que se hacen adultos, son rosales que van adquiriendo el porte final.

Estoy de acuerdo en que el aroma a damascena es el aroma rosero por excelencia, junto con el de R. alba.


Bicos.
iolanda ha dicho que…
A mi si me gusta esta rosa, pese a su despeinado,y el arbusto se ve lustroso, tengo ganas de alguna gallica el problema es el espacio, pero espero subsanarlo en breve :)

Gracias por la entrada con la información tan completa Josep.

Besitos,
Nemorino Grataculs ha dicho que…
Respecto a la identificación... igual ocurre con 'York And Lancaster', se ve que hay varios bajo este nombre.

El aroma de damasco y el resinoso de sus pétalos me encanta.

Qué bien, ioli, que puedas tener espacio, anda que no disfrutarás :)

Gràcies.

A reveure.

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