Miniaturas clásicas: Colibrí

Una de las formas más sencillas para saber cuándo un hibridador ha adquirido relevancia internacional es ver si sus variedades son usadas por otros hibridadores en su labor obtentora. En el ámbito de las miniaturas, Pere Dot ha tenido una notable influencia, al mismo nivel que De Vink o Moore. La casa Meilland, hasta mediados de los 50's, no desarrolló un programa de hibridación de miniaturas, y tomó como punto de partida en él algunas de las miniaturas de Dot.

Colibrí, descendiente de la floribunda Goldilocks y la miniatura de Dot Perla de Montserrat, es una miniatura de Francis Meilland del año 1958. En el año 1980 apareció otra versión del mismo rosal, con el mismo parentesco, que se supone más resistente. Hay otras miniaturas de Meilland que tienen como ascendiente a Perla de Montserrat, como Starina,Scarlet Gem...

Colibrí, entonces, es nieta de la miniatura primigenia, la R. Rouletii y de la poly-china Cecile Brunner por parte de padre. De ahí le vienen las dimensiones de la flor y el hecho de que aparezcan tanto individualmente como en grupo. Pero la influencia de la madre, la moderna Goldilocks , se deja notar de forma evidente. A pesar de ser tipificada como miniatura, su crecimiento puede rebasar con facilidad el medio metro, sus espinas son abundantes, el follaje pequeño, verde oscuro y brillante y el color y la forma de una rosa moderna. Aunque en algún libro se dice que tiene perfume ligero, no llego a detectárselo.

La armonía propia de la miniatura de Dot se diluye en el contexto de la rosa moderna. Con ello no quiero decir que Colibrí sea un rosal inferior a Perla de Montserrat, porque cualquier semejanza entre ellos es pura coincidencia. Pero si lo comparo con otras minis de Meilland mucho más modernas, como Baby Romantica o Cumba Meillandina, Colibrí, sin dudarlo, sale ganando por sus mejores proporciones. En condiciones de mucha humedad ambiental puede desarrollar algo de mancha negra pero sin llegar a niveles preocupantes, como ocurre con otras miniaturas mucho más comerciales.



Es un rosal perfecto para cultivar en tiesto, de hecho, lo cultivo en contenedor relativamente grande con mucho éxito, ya que correctamente abonado y regado es muy remontante y luce mucho más que cualquier rosal de porte más arbustivo. Con todos estos méritos, no es raro que Colibrí fuera premiado en el Certamen Internacional de La Haya, en 1962, con una medalla de oro.

Dos flores otoñales, en dos estadios, de Colibrí

"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.