Grandes roser@s, la vida de Gertrude Jekyll (I): primeros años.
Londres victoriano: el ajetreo de Piccadilly Street. Fotografía de la agencia Getty
Hija de Edward Jekyll y Julia Hammersley, Gertrude Jekyll nació en Londres el 29 de Noviembre de 1843. Seis años antes, la reina Victoria, quien daría su nombre a toda una Era, había comenzado a reinar.
Fue la época de pleno desarrollo de la Revolución Industrial, que cambiaría para siempre la concepción económica del mundo. Fue la época del máximo esplendor del Imperio Británico. Y fue también la época de Dickens, Disraeli, Florence Nightingale, Charles Darwin, Gladstone, las hermanas Brontë, el matrimonio Browing,...
El padre de Miss Jekyll, Edward, era militar, pertenecía al Cuerpo de Guardias Granaderos, y se retiró siendo bastante joven debido a sus problemas de salud. Era un hombre sumamente interesado en la Ciencia y los avances científicos, las artes plásticas y la música.
Pasaba largas horas en su estudio, donde realizaba experimentos y preparaba modelos de artefactos.
Quizás por eso, o por cualquier otro motivo que arrastrara como convicción propia, le dio estudios tanto a sus hijos como a sus hijas, siete en total.
Pequeña anécdota: uno de sus hijos, hermano de Gertrude, Walter Jekyll fue clérigo, profesor de música y escritor. Era gran amigo de Robert Louis Stevenson, quien le hizo un guiño personal al usar su nombre para dar título a uno de sus libros más afamados, El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde.
Londres victoriano: niños alimentando a los cisnes en el Victoria Park. Fotografía de la agencia Getty.
Hasta los cinco años de edad, Gertrude y su familia vivieron en el Londres victoriano:
Entre mis recuerdos más claros de Londres hay algunos de césped y flores. Vivíamos en Grafton Street, cerca de Berkeley Square. Cuando hacía mucho calor para pasear por el Green Park, pedíamos prestada la llave del jardín cuadrado a los Gunter, y jugábamos en él.... Qué bien recuerdo el aroma del césped segado. Hasta el día de hoy, el aroma del césped recién cortado es el aroma del jardín cuadrado. Fue mucho antes de los días de las máquinas cortadoras, y recuerdo ver al hombre deslizándose por la hierba que segaba a primera hora de la mañana. Cuando la hierba corta se siega con la guadaña, se debe hacer siempre a primera hora, porque cuando está húmeda con el rocío se agarra mejor al filo.
En épocas primaverales, cuando paseábamos por el Green Park me atraían los dientes de león, y quería llevarlos a casa, al cuarto de los niños. Pero a nuestra nanny, Marson, por algún motivo personal, no le gustaban los dientes de león. Siempre decía que eran cosas desagradables, y aunque yo los miraba con nostalgia y de vez en cuando cogía alguno para olerlo, no creo que nunca los llevara a casa. Pero el diente de león también permanece en mí como el aroma de Londres.
En un jardín de Surrey, de la (maravillosa) acuarelista Hellen Allingham (1848-1926)
En 1848 la familia se trasladó al sudeste de Inglaterra, a una casa llamada Bramley House, en Surrey. Surrey posee uno de los paisajes más emblemáticos del Reino Unido: campiñas, pinares, lagos, colinas verdes. A mediados del s.XX fue designado como zona natural y paisajística de especial protección.
Es indudable que vivir en tan idílico entorno ejerció una gran influencia en la ya de por sí sensible percepción que la pequeña Gertrude tenía de su entorno.
Su hermana tenía siete años más que ella, lo que la aproximó más a los juegos de sus hermanos. Le gustaba correr por la campiña y subir a los árboles. En el momento en el que sus hermanos inician su etapa escolar, ella se queda sóla, y es cuando la Naturaleza pasa a ser su mayor compañera, junto con su pony Toby y su perro Crim.
Se siente muy atraída por las plantas salvajes, y es a través de un libro de Johns, Flores del Campo, que comienza su contacto más ortodoxo con la Botánica.
Un día, su intenso afán por las plantas es premiado:
Grandes fueron mi orgullo y placer cuando, por vez primera, me dieron un jardín, sólo para hacer lo que yo quisiera en él. Era una franja estrecha de tierra, pegada al final de la zona de arbustos, en el gran jardín cercano a la casa, entre ellos y un bancal elevado...En primavera teníamos prímulas, y nomeolvides, alisio amarillo, arabis y aubretias blancas y algunas manchas de los narcisos amarillos más comunes. Para las flores de verano, teníamos acónitos -planta que jamás pondría en un jardín de niños, por ser muy venenosa. Los lupinos y las aquilegias, con delphinium y caléndulas en macetas, y algunas de las deliciosas rosas antiguas -rosas damascenas y centifolia y musgosas, en blanco y rosa.
En el jardín de verano, de Hellen Allingham.
Apuntaba ya sus dotes de la gran rosera que llegaría a ser.... Ella veía así, en conjunto, sus días de niñez, que le influyeron de manera decisiva a lo largo de lo que sería su vida profesional:
Recuerdo bien la época en la que pensaba que había dos clases de personas -los niños y los adultos- y que el mundo pertenecía en realidad a los niños. Y creo que esto es así porque he sido una jardinera durante toda mi vida y todavía me siento como una niña en muchos aspectos, aunque por el número de años que he vivido debería saber que soy una mujer de bastante edad.
Miss Jekyll crece, estudia e inicia una carrera,... en el próximo capítulo ;).
Créditos: agradecimiento especial a victorianweb.org por sus datos tan precisos sobre la familia Jekyll.
Gertrude Jekyll era una escritora clara, amena y eficaz. Cualquier defecto en sus textos ha de deberse a mí, inexperta traductora de los mismos.
"Una rosa es una rosa es una rosa".
Gertrude Stein.
Comentarios
Acercar su biografía en castellano con los detalles de las fotos de la época y pinturas, que ella adoraba, me parece un trabajo precioso.
Ya me tienes enganchada a la continuación...aunque lo hayas leido en inglés, me parece tan interesante.
besitos,
Un beso.
Maruxa
Rigurosamente: eres perfecta.
Gracias por ofrecernos lo que sabes.
Respecto de los dientes de león siempre había oído que eran plantas que traían mal fario, especialmente al soplarlas. Por eso no me sobresalta que a la nanny le desagradaran.
Los acónitos los encuentro preciosos. Sólo los he visto en estado silvestre y es uno de los azules vegetales más bonitos.
Saludos!
Me alegra que os haya resultado interesante. Lo que más trabajo me está costando es resumir.
Así que, he pensado hacer primero estas entradas centrándonos en los datos personales y la contextualización histórica. Y, más adelante, poco a poco, ir desgranando las partes de su obra que nos resulten de interés a los roser@s.
llos :), quizás seamos los primeros interneteros en hablar de Miss Jekyll en castellano,...al menos, no he encontrado nada relevante, salvo citas puntuales en libros.
Mayos :), no exageres, que disto muuuuucho de la perfección jajajaja. Eso es cosa tuya, que me miras con buenos ojos.
Maruxa :), si pudiera, haría una entrada diaria, pero no tengo tiempo, qué más quisiera. Me encanta el aroma del café!!!!.
Josep :), desconocía que el diente de león estuviera en la lista de las plantas sujetas a superstición. Sin duda, era por eso que la nanny le tenía tirria. En todas las culturas con influencia céltica, cargamos con cientos de supersticiones ligadas a la Naturaleza. Los ingleses son muy racionales, pero tienen su buena parte.
Ioli ;).
Bicos!!!!.
Hawai, me ha encantado, muchas gracias por todo el trabajo :)
Besos a tod@s :)
Me encantan los escritos sobre cultura y vivencias en jardinería. Gracias Hawai.
A reveure.
Fuentes ;).
Besos para los dos.
Gracias Hawai.
Saúdos e bicos a milleiros.