Combinación otoñal
La llegada del otoño y las primeras tormentas, este año no demasiado abundantes, supone en mi clima la reanudación del ciclo de muchas plantas que han quedado paradas por los calores caniculares, y también el inicio del máximo esplendor de plantas típicamente otoñales, como las anémonas japonesas (Anemona hupehensis) y los asters.
La anémona una planta que siempre me gustó, tanto en sus variedades perennes como en las tuberosas. Recuerdo que en el libro de Lloyd, del que tantas veces hemos hablado, aparece un recuadro especial dedicado a las anémonas japonesas (en concreto, a la variedad blanca Honorine Jobert). Como fue prácticamente el único libro de jardinería que manejé durante mi infancia, muchas cosas de él quedaron marcadas a fuego en mi mente.
Tanto deseaba tener anémonas japonesas que, finalmente, me decidí a comprarlas, para quedarme definitivamente descansado, a la desaparecida Bakker. Fue el único pedido, ya hace muchos años, que les hice y del cual he sacado todas las plantas que tengo actualmente. Son plantas muy fáciles de reproducir por división de las matas.
Prefieren emplazamientos despejados. En sombra me han prosperado peor que a pleno sol. Lo que sí que requieren es una buena hidratación, con los calores más fuertes del verano, si las matas tienen déficit hídrico lo ponen de manifiesto secando las hojas. Follaje, que de otra parte, resulta muy decorativo si está sano. A finales de verano, las matas emiten unas varas, de unos 60 o 70 centímetros que nos darán flores por lo menos durante un mes.
En estas imágenes, que lamento no hayan sido tomadas con una semana de antelación, cuando el rosal polyantha Marie Pavic estaba mucho más florecido, muestro cómo es posible casar las exigencias de estas dos plantas.
La anémona una planta que siempre me gustó, tanto en sus variedades perennes como en las tuberosas. Recuerdo que en el libro de Lloyd, del que tantas veces hemos hablado, aparece un recuadro especial dedicado a las anémonas japonesas (en concreto, a la variedad blanca Honorine Jobert). Como fue prácticamente el único libro de jardinería que manejé durante mi infancia, muchas cosas de él quedaron marcadas a fuego en mi mente.
Tanto deseaba tener anémonas japonesas que, finalmente, me decidí a comprarlas, para quedarme definitivamente descansado, a la desaparecida Bakker. Fue el único pedido, ya hace muchos años, que les hice y del cual he sacado todas las plantas que tengo actualmente. Son plantas muy fáciles de reproducir por división de las matas.
Prefieren emplazamientos despejados. En sombra me han prosperado peor que a pleno sol. Lo que sí que requieren es una buena hidratación, con los calores más fuertes del verano, si las matas tienen déficit hídrico lo ponen de manifiesto secando las hojas. Follaje, que de otra parte, resulta muy decorativo si está sano. A finales de verano, las matas emiten unas varas, de unos 60 o 70 centímetros que nos darán flores por lo menos durante un mes.
En estas imágenes, que lamento no hayan sido tomadas con una semana de antelación, cuando el rosal polyantha Marie Pavic estaba mucho más florecido, muestro cómo es posible casar las exigencias de estas dos plantas.
"Una rosa es una rosa es una rosa".
Gertrude Stein.
Comentarios
Un saludo afectuoso
Maruxa.
En cuanto a las nueves creaciones mías, este año ha sido un poco de impass. Tengo muy pocas plantas supervivientes este año, 6 contadas, y ninguna de ellas ha florecido. Así que hasta la primavera que viene, no podré decir nada determinante.
Lo que sí que he hecho este año es injertar sobre rosales silvestres alguna de mis creaciones de las temporadas anteriores, a ver cómo responden. Justo ahora brotan los injertos, pero no creo que tengan tiempo de darme alguna florecilla.
Gracias por tus comentarios:)
Maruxa :), una opción... quizás se te murieron por un mal drenaje. Donde las he visto grandes y desarrolladas, es en sitios con pendiente, donde corre bien el agua. Una de mis vecinas las tiene blancas, unas matas espectaculares, en el borde bajo del huerto, y no les hace nada. Ni riegos, ni abonado, ni ná.
Las aguileñas son otra preciosidad.
Bicos.
Lo que comenta Hawai del drenaje es cierto, con humedad pero drenante el suelo.
Te agradeciria me dijeras en que vivero podré encontrarlas.
Las bulbosas les gustan demasiado a los ratones.
Un beso.
Maruxa.
si quieres te hago llegar unos cuantos retoños. No es difícil que prendan.
Saludos!
Gracias.
Un beso, Maruxa.
en cuanto acaben de florecer, arranco unas cuantas y las meto a un sobre sin más,jejeje. Es más sencillo de lo que parece. Así le mandé el año pasado a Hawai y le han prosperado.
Lo que no sé es cómo me puedes comunicar tu dirección porque no sé si mediante blogger puedo conocer tu correo electrónico o tú puedes conocer el mío.
Saludos!
Maruxa, es importante que nos hagas llegar una dirección de correo electrónico, para poder estar en contacto.
Envía un saludo a esta dirección: diasderosas@gmail.com. No pongas datos privados, sólo un saludo, para darme tu dirección de correo.
Yo le paso a Josep tu dirección de correo electrónico.
Bicos ;).
justo lo que estaba buscando, pero aún no puedo hacerme con ellas, necesitan espacio abierto, en el patio no creo que tuvieran éxito ¿o si? yo lo veo para la finca que abran a sus anchas... la parte baja, esas hojas redondeadas, ¿son de las anémonas???
gracias Josep!
saluditos,
con lo de espacio abierto quizás me he expresado mal.Me refiero a que mejor evitar que estén en contacto con un arbusto o árbol que tenga las ramas demasiado bajas. Entre rosales funcionan perfectamente.
Las anémonas son las plantas que tienen las hojas con 3 lóbulos. Son plantas bajas, que no pasan de unos 20 centímetros durante la mayor parte del año. Luego, cuando brotan las varas, ganan altura. Algo parecido a lo que ocurre con las malvas, los lychnis, los geum, etc, que son plantas que tienen las hojas pegadas al suelo y que la altura que tienen les viene dada por las baras florales.
Saludos!!
Saludos!!
Las de Caen son tuberosas y florecen en primavera-verano. Por lo menos en mi clima no llegan al verano, se secan antes, pero suelen salir por unas cuantas temporadas más hasta que definitivamente se pierden. Por tanto, tampoco se naturalizan demasiado.
Estas anémonas son perennes, tienen follaje todo el año y florecen en pleno otoño. Hace años que las tengo, pero hasta que no he encontrado la ubicación perfecta no han estado al máximo de su esplendor.
Otras anémonas que me gustan, tuberosas como las de Caen, son las blandas. Las flores son una miniatura, pero es que son tan bonitas! Tengo plantadas desde hace años, lo cierto es que cada año nacen unas pocas plantas de entre los muchos bulbos que planté, pero suelen ser bastante fieles, es decir, se han naturalizado mejor.
Saludos!